Prólogo
“Platero y Yo” es un “breve libro, en donde la
alegría y la pena son gemelas”. Así nos lo presenta su autor, Juan Ramón
Jiménez: un poeta español de inspiración honda y expresión original.
Juan Ramón Jiménez es considerado el precursor de la
prosa poética modernista que mezcla los sentimientos humanos de una manera
serena y reflexiva. Es el gran reformador de la poesía española del siglo XX.
Las casas blancas, los niños desvalidos y los
frágiles animales son misteriosamente narrados en este libro por el alma
solitaria del poeta que los conoce y contempla, es decir, nos encontramos ante
una biografía lírica de Moguer y sus habitantes cantada por Juan Ramón Jiménez:
Su hijo natural.
A pesar del lenguaje lírico (repleto de simbolismos
y metáforas) que impregna esta obra literaria, y lejos del explícito y
detallado realismo de la narrativa española, el escritor consigue engrandecer
el sentimiento de la amistad – más allá de lo terrenal – entre un hombre y su
fiel burrito Platero.
El escritor español Juan Ramón Jiménez se inspira en
los escenarios de Moguer para narrar poéticamente la historia de Platero, un
tierno burrito “pequeño, peludo, suave” caracterizado con rasgos humanos.
El narrador es un atento espectador de las personas
que habitan el pueblo, de sus tradiciones (carnavales, fiestas navideñas y
circenses, corrida de toros, etc.) e inclusive defectos (el maltrato de
animales, de niños, el vicio del alcohol, etc.).
Puesto que el narrador es dueño y compañero íntimo
de Platero, a veces le cuenta desde sus más profundos sentimientos y otras
veces nos da fe de sus aventuras y su amor por el burrillo de Moguer.
Durante toda la obra se describen diversas
anécdotas, por ejemplo cuando el narrador va pescando con Platero y los niños
del pueblo lo llaman loco, a pesar de estar bastante encariñados con Platero,
pues hasta cabalgan en él como si se tratase de un potrillo.
En “Platero y yo” se encuentra una descripción muy
detallada del paso del tiempo y de las estaciones, así como la reiteración del
sentimiento melancólico ante la muerte de animales como: el perro con sarna,
las golondrinas, una perrita que siempre juega con Platero, entre otros.
Finalmente, Platero muere y el narrador se queda
solo, extrañando mucho la compañía de su fiel amigo, no sin antes narrar cómo y
dónde lo enterraron.
Queda al descubierto que la intención de esta
historia es reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la muerte, aunque por
el modo de vivir podemos esperar “el sublime paraíso” que quizás Platero ya
habite.
Datos de la obra
La publicación de la obra se realizó en Madrid
(1914), y posteriormente se publicó la obra completa en 1917.
El género literario es narrativo.
La especie literaria es la prosa poética.
El tema principal o central es el destino trágico
del ser humano encarnado en Platero.
Los personajes principales de la obra son:
Platero, el burrillo de Moguer.
El narrador, su dueño y compañero.
El escenario o lugar donde se desarrolla la obra es
el pueblo natal del autor: Moguer. A partir de él, se nos retrata el mundo
campesino y provinciano.
Platero y yo, un clásico de la literatura española
del siglo XX es todo un ejemplo de prosa modernista.
Dedicado por Juan Ramón “A
la memoria de Aguedilla, la pobre loca de la calle del Sol que me mandaba moras
y claveles”, describe la amistad y el cariño entre un viejo y su burrillo, una
relación en la que funden la alegría, la pena y el agradecimiento.
Los dos capítulos elegidos, casi al final de esta
pequeña obra, tratan de la muerte de Platero y de la inmediata nostalgia de él.
Platero es es un gran amigo fiel para el protagonista que cuando fallece, su vida ya no será la misma porque lo extrañará.
Nuestro blog, en su colección de mini comics de los
genios de la literatura universal, se complace en presentar esta insigne obra,
que nos permitirá revisar, con mucho afán, cada viñeta ilustrada.
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