Prólogo
El lazarillo de Tormes es uno de los antihéroes más
simpáticos de la literatura española, cuya longeva existencia – la novela que
relata su historia fue editada por primera vez en 1554 – y los numerosos
idiomas a los que ha sido traducida confirma su trascendencia editorial.
Narrada conforme la usanza de la época, con todos
los modismos y recursos del habla popular, el lazarillo, empleando un estilo
epistolar y directo, sintetiza la trayectoria de su proteica existencia.
Desde su oscuro y mísero origen, sus penas y muy
escasas alegrías, el alejamiento del calor materno que lo convierte en un
súbdito penitente de diversos amos, cada cual más ruin y sórdido que otro,
teniendo como virus endémico el hambre que le lacera la vida, más que aquel que
le lastima las entrañas, convierte al relato en una denuncia de su tiempo,
muestra a una sociedad carcomida por sus propias apetencias, cuyos habitantes
están inmersos en el conformismo.
Pícaro, ingenioso, trabajador, pintoresco, pero con
una inocencia que conmueve, el buen lazarillo supera la miseria y se convierte
en su propio amo, conoce el amor y deja de lado los chismes. Vencedor a su
modo, nuestro buen amigo culmina feliz su historia.
La novela picaresca es uno de los géneros más
representativos, genuinos y populares de la literatura española y
posteriormente derivó hacia la novela de aventuras o cuadros de costumbres.
Utiliza el esquema tradicional de los libros o
novelas de caballería, pero lo hace con una voluntad claramente
desmitificadora, a partir de la crítica a la sociedad de la época.
La estructura es un relato en primera persona (como
el caso del Lazarillo de Tormes) de episodios o la vida del autor que vienen a
justificar su situación final poco afortunada.
Sin embargo, la novela picaresca no constituye un
género claramente diferenciado, pues el propósito de sus autores es siempre
distinto.
Hacia 1550 surgen varios géneros literarios hasta
entonces desconocidos. Entre ellos se encuentran la novela pastoril, la novela
morisca y la novela picaresca.
Tanto las novelas pastoriles como las moriscas
presentan imágenes idealizadas de la naturaleza humana. Por el contrario, la
novela anónima “El lazarillo de Tormes” (1554) muestra una visión pesimista de
la sociedad a través de los ojos de un pícaro que sirve a diversos amos. Esta
obra es el prototipo de la novela picaresca que floreció a comienzos del siglo
XVII.
Los escritores de novelas picaresca presentan una
visión sombría de la humanidad, no menos distorsionada a su manera que la
imagen idealizada de la literatura bucólica o de caballerías.
En “El lazarillo de Tormes” se nos ofrecen los
retazos de la sociedad que el autor quiere mostrarnos con ironía y algo de
burla satírica. Es decir, el autor se permite exagerar algunos rasgos, quizá
para conseguir un mayor efecto expresivo. Por esto podemos decir que no es una
obra realista en el sentido que entenderán el realismo los grandes novelistas
del siglo XIX (éstos consideran que el escritor debe describir la sociedad tal
como podría verse en un espejo). El espejo en el que se miraría el lazarillo es
un espejo de feria, que exagera algunos rasgos, pero no demasiado, ya que,
aunque Lázaro sufre muchas penalidad, “su visión del mundo no es desesperada ni
amarga, como será la de los pícaros del siglo XVII”.
Datos de la obra
Publicación de la obra: Fue publicada en el año
1554, apareciendo en las ciudades de Burgos, Amberes y Alcalá de Henares.
El género literario de “El lazarillo de Tormes” es
el narrativo.
La especie literaria es la novela.
El movimiento literario: Clásico (Edad de Oro de la
literatura española).
El tema principal o central de la obra es: “El
hambre, la miseria y los medios de los que se vale el pícaro Lázaro para
sobrevivir”. Pero también trata del abandono del protagonista, la avaricia de
sus amos, la violencia intensa y la venganza, la mentira y la estafa, la
crítica ácida a la iglesia, la ausencia del honor, la traición descarada y la
falta de amor.
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